Esta historia le puede suceder a cualquiera. Les cuento para avisarles porque no se puede andar por el mundo así, como andaba yo, tan descuidado. Resulta que me la encuentro un día, de frente y me mira y yo la verdad sentí algo muy fuerte, no sé decirles exactamente qué fue porque no me había sucedido antes, ya les dije que por eso cuento la historia, para que ustedes estén preparados, la cuestión es que me miró con esos ojos que no sé qué tienen, su brillo es tan concentrado, pero no como un láser porque el láser apunta a un solo lado, esta mujer me miró a los ojos pero su luz cubrió todo mi cuerpo, pero no de la forma que ustedes están pensando, no, no fue sexual, no había deseo en su mirada, era desdén pero un desdén raro, un desdén que atraía, algo en sus ojos me decía yo no creo en ti porque no creo en ningún hombre, todos dicen lo mismo para llevarnos a la cama, pero te voy a dejar que me mires y te miro pero no te deseo y nunca me tendrás.
… quizás tus intenciones sí eran sexuales y no lo sabías, ella se lo olió y, como buena mujer al fin, decidió seguir con el juego. Las mujeres son muy sabias en sus apreciaciones.saludos M.
Michael, qué bueno tenerte por aquí. Las mujeres son muy perspicaces, es cierto. Saludos.
Y si esa luz de sus ojos es un reflejo de la suya, Maurice?
Maurice es luz!