- Ella: Eres como Hemingway. Él: ¿Buen escritor? Ella: No, impotente.
- Hay una ciudad en la que me gustaría vivir. Esa ciudad no existe.
- No sólo de pan vive el hombre. Póngale mantequilla.
- Un hombre puso un candado en la vagina de su esposa para que no le fuera infiel. Pero se le olvidó ponerle otro en la boca.
- Rompe el hielo con el calor de tus palabras.
- Dijo el político: “Vivimos momentos difíciles pero hemos sabido superarlos.” (es decir, hacerlos más difíciles).
- Cansado de medias naranjas, se enamoró de una naranja entera.
- Y se fue a dormir como el diablo la trajo al mundo.
- Soy paciente. Sea usted doctora.
- Peluquero corta el cabello con los ojos cerrados. Pero cobra con los ojos abiertos.
- Tú me dices que me vaya pero yo me vengo.
- Yo quería ser dueño de mi destino pero Dios me negó el préstamo.
- Te dije “Ámame”, no “Mátame”.
- Yo soy atlántico. No pacífico.
- Dicen que no hay imposibles. Sí los hay. Aquí les pongo un ejemplo: Ella se desnudó. Yo cerré los ojos.
- Tres tristes tigres se comen a un hombre en un zoológico.
- Una tormenta en un beso de agua.
- Un día dejaré de ser una promesa para convertirme finalmente en un fracaso. Será bueno por fin haber llegado.
- Consejo: No meterse entre marido y mujer. Si lo haces, hazlo cuando el marido no esté en la casa.
- Perdí una (a)puesta de sol.
- Me gusta cuando pecas porque estás como ardiente.
- Amores impasibles.
- A los 95 años la gente gasta la mitad de lo que gastaba a los 65. Ya encontré la solución a mis problemas financieros: envejecer.
- ¿El opuesto de Olvídame? Olmuéreme.
- Jubilaron al júbilo.