Sea breve, directo. No se detenga en descripciones innecesarias. No use adjetivos. Son instrucciones, no poemas. Usted no está, no existe. Sea impersonal: a nadie le interesa que el gato de su tía viuda falleció hace tres años. Repito: nos son versos, son instrucciones. Sea frío. Organice sus ideas. Siga un orden. EL ORDEN. No se distraiga con aforismos, ironías, o tropos. NADA DE POESÍA. Vaya al grano, a la esencia. Piense en su propósito. No divague. Si por alguna casualidad se desvía usted del asunto y su mente escapa hacia zonas turbias (“ah, que tú escapes!”), piense en el lector, ese ser imaginario que busca claridad, certeza, respuestas precisas. Imagine usted su confusión cuando, siguiendo sus instrucciones, trate de armar un avioncito y termine, oh pobre hombre, resucitando al ave Fénix.
Comments
El lector…ese ser imaginario…¡me encanta! Besitos desde Taos…
Gracias, Tere. 🙂
Un lector confundido por instrucciones no bien dadas puede terminar creando una equivocacion maravillosa. Nada, que bastantes avioncito tenemos ya en el mundo…Un abrazote!
Sin duda, nos sobran los aviones. 🙂
[…] Publicado en el Blog Los Relatos de Maurice Sparks […]
Siga estas instrucciones: cada vez que termine un relato, envielo enseguida a todos los lectores de su blog. That’s it!
Manuel C. Diaz
Así lo haré. Gracias, maestro. Un abrazo!
Me he quedado enganchada en esta página!!!!!!!!!!! Gracias!!!! He compartido algunos de sus post!!!!!!! Este particularmente me ha encantado!!!! 🙂
Gracias, Johanna, bienvenida al blog! Aquí te espero! 🙂
Ya estoy!!!! Lo frecuentaré 🙂 🙂
Gracias muchas! 🙂
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Me encantó este post y lo comparto con ustedes