Archive for August, 2016

Vídeo promocional a propósito de la presentación mi libro “El transeúnte considerable y otros relatos” (Editorial Silueta, 2016).
Viernes, 2 de septiembre de 2016, a las 7:30 p. m., en el Centro Cultural Español, 1490 Biscayne Blvd., Miami, FL 33132.

EL LIBRO

Posted: August 14, 2016 in corto, cortos

IMG_2567.JPG

“El camino está cerrado”, dijo la voz. El hombre intentó preguntar por qué pero desistió ya que hacía mucho había abandonado esa costumbre.

Se echó sobre la hierba a un lado del camino y abrió el libro. El libro, el de siempre, que le resultaba incomprensible, además. Pero al no haber camino debía haber lectura. Sus ojos debían captar las letras y poner en orden la historia. Pero él ya sabía que esto iba a resultar imposible. Además, innecesario.

Desde que apareció en aquella playa un día de verano sin saber de dónde había llegado andaba con ese libro debajo del brazo. En el pueblo le preguntaban a menudo de qué trataba. Él decía algo distinto cada vez. Lo que le viniera a la mente. Y esto llegó a parecerle un juego muy divertido: inventar una trama diferente cada vez que le preguntaran. De modo que era como si hubiera varios libros cuando en realidad solo había uno.

Al cura del pueblo le contaba una historia que se ajustaba a su visión del mundo. Lo mismo hacía con el barbero, la prostituta, el poeta, el filósofo, el plomero, el domador de leones, el taxista, el alcalde. Cada cual se iba contento con lo contado, con una sonrisa de oreja a oreja.

De ahí que cada vez que el hombre intentaba salir del pueblo, una voz le decía el camino está cerrado y de nuevo el hombre volvía a leer el libro, no para entenderlo, ya sabía que eso era una tarea inútil, sino para seguir con la farsa que llenaba de felicidad a todo un pueblo.

Hoy, mientras leía echado sobre la hierba, sintió unos pasos, lentos primero, firmes y agresivos después. Cuando decidió levantarse, ya no tuvo tiempo de reaccionar. Un enorme tigre se había abalanzado sobre él con su “temible simetría”. Antes de perder el conocimiento, el tigre se acercó a su rostro y le dijo con voz temblorosa: “El que hizo el cordero me hizo a mí”.

 

IMG_1509.JPGEl acueducto romano y las flores amarillas que apestan. Un libro abierto en la página 335. Los otros libros, cerrados, el olor a café cubano cultivado y molido en Colombia. El hombre se sienta a descubrir, a describir, a reincidir. Un oficio ejercido desde la terquedad. Los corchos flotan, se dejan llevar. No ha dejado de llover.  Las plantas, agradecidas, crecen; el hombre lee el periódico: el diario de la calle del muro. El candidato presidencial quiere construir un muro. El hombre quiere escribir un cuento. Pero llueve, no ha parado de llover, es el ciclo, se dice y vuelve a la cocina a tomar café como si esto fuera a cambiar algo. Agua, azúcar, granos molidos, calor: café. Una receta sencilla, piensa el hombre mientras se distrae leyendo titulares. De pronto escucha una canción que viene de lejos y piensa que todas las canciones vienen de lejos. Se va al sitio de donde procede la canción y mira la escena: un hombre tomando café mientras lee el periódico entre flores amarillas. Un libro abierto en la página 335.