Una mañana se le ocurrió el argumento de la historia perfecta. Al intentar escribirla en el ordenador, el escritor comprobó que el aparato estaba sin carga ya que se había pasado la noche entretenido mirando fotos de gatos en FB. Molesto, se fue de nuevo a la cama sin reparar que en la mesita estaba su libreta de anotaciones. Al quedarse dormido se puso a sonar que era un gato ciego y que lo exhibían en un zoológico debido a su extraña manera de maullar.