En uno de capítulos más divertidos de “Paris era una fiesta” (“A Moveable Feast”), Hemingway narra que Scott Fitzgerald le confiesa que nunca había estado con otra mujer que no fuera su esposa, Zelda, quien además le había dicho infinidad de veces al autor de “The Great Gatsby” que jamás haría a ninguna mujer feliz debido a razones anatómicas, específicamente, el tamaño de su pene. Hemingway le pide que se lo muestre y al verlo, le dice: ¨No tienes ningún problema”. Y entonces le aconseja a Scott que vaya al Louvre, observe los penes de las estatuas y luego en su casa se mire desnudo en el espejo y compare. Se van los dos al Louvre, pero Scott aún tiene sus dudas y entonces Hemingway le dice, en el más puro estilo hemingwayano: “It’s not basically a question of the size in repose…It is the size that it becomes.”