En camino a Monterosso, una villa de la riviera italiana, nos pareció ver un campo de girasoles a través de la ventanilla del tren. Digo nos pareció porque aún no estamos muy seguros de haberlo visto. Era una masa compacta de flores que más que amarillas parecían doradas y todo fue tan rápido (un tren veloz es algo muy serio y a veces poco poético) que no tuve tiempo de fotografiarlas. En el camino de regreso, intentamos ver el campo de nuevo pero no pudimos. Ahora nos hemos quedado con la duda, ¿lo habremos visto realmente o sólo lo imaginamos? De todas formas da lo mismo, las fotos hechas con la imaginación no se pueden postear en Facebook.
0