Me gusta acostarme aquí debajo de lo que fuera leña y ahora es carbón. Todo cambia en este mundo menos mi deseo de no hacer nada. Mi madre lee mientras mi padre me observa. Escuchan ópera. Lo que me parece perfecto para acompañar esta siesta temprana que estoy tomando. Ahora se hacen los finos pero cuando se dan un par de tragos escuchan todo tipo de música, sobre todo esas canciones maravillosamente cheas que compuso Manuel Alejandro TODA LA VIDA.

Dentro de un rato salgo a cazar lagartijas. No les hago daño. Solamente juego un poco con ellas y las dejo ir. A veces les regalo un ejemplar a mis padres. A las mariposas sí que no las soporto. Les gusta mucho llamar la atención. Y aquí el centro de la atención debo ser yo todo el tiempo.