En sus “Aforismos” Kafka dice que “fuimos creados para vivir en el Paraíso, y el Paraíso fue diseñado para servirnos. Al ser expulsados, “nuestro propósito ha cambiado”. Pero lo que ignoramos es “si esto le ha sucedido al Paraíso también”.
Lo que nos lleva a pensar que el Paraíso aún existe en alguna dimensión temporal o espacial que desconocemos. O quizás sea una dimensión atemporal o no física. Es decir, existe pero no puede ser habitado. Estamos por siempre condenados a no vivir en él. Nos toca, entonces, un exilio eterno.
Milán Kundera nos dice que “la nostalgia del Paraíso es el deseo del hombre de no ser hombre”.