Archive for the ‘Crónicas’ Category

Reflexiones en el Thyssen

Posted: January 28, 2023 in Crónicas

Regresamos al Thyssen después de un almuerzo sustancioso y barato en un restaurante del Mercado de la Paz y una caminata por el Retiro, que incluyó una pequeña siesta de Chienfa en un banco del parque. Aquí, en las Terrazas del Thyssen, nos sentamos a beber algo (Chienfa un vermouth y yo un tinto) y a leer un rato antes de entrar al museo por segunda vez hoy. Ella lee a Bohumil Habral y yo a Abdelá Taia, un autor marroquí francés que no conocía y que descubrí aquí en Madrid. Leo su novela “La vida lenta” mientras disfruto la acelerada lentitud de estas vacaciones y pienso en lo interesante que sería escribir una novela inspirada en el tema de Bad Bunny, “Titi me preguntó”, que se titule ”Las preguntas de Titi” y en la que cada capítulo sea una pregunta distinta. Sería como crear un nuevo género: el novetón. No sé si será el vino o el jamón, pero aquí se me han ocurrido ideas muy raras. Debo regresar pronto a Miami.

JUGO DE NARANJA Y ZANAHORIA

Posted: January 28, 2023 in Crónicas

Salgo en bicicleta a buscar desayuno. La Calle Ocho está completamente vacía a esta hora de la mañana. Me topo con un vendedor de jugos naturales en la 15 avenida, justo al lado de CubaOcho. Aún está setting up, empezamos hablando en inglés y después in typical Miami fashion we switch to Spanish. Es argentino. Le pido un jugo de naranja. Me pregunta si le lo quiero con carrots. Nunca lo he probado así, le respondo, pero it sounds healthy. So let’s do it. Empieza a colocar naranjas y zanahorias en un blender que pulveriza las frutas y le extrae todo el jugo.

De pronto me enseña una gruesa billetera y me dice: ¿Sabes cuánto dinero hay aquí? Y antes de que pueda responder, me dice: 20 mil dólares. Me la encontré ayer y después de mucho investigar pude encontrar el teléfono del dueño. Cuando lo llamé y le dije, el hombre lloró de la alegría. Hoy viene a recoger su billetera.

Usted es un hombre decente, le digo.

¿Qué voy a hacer con ese dinero si no me lo gané yo?, me responde. ¿Qué le parece el jugo?

The best one I’ve had en mucho tiempo, le digo.

Pues ya sabe, aquí estamos, todos los días except Mondays.

MCDONALD’S, 1400 SW Eighth Street

Posted: January 7, 2023 in Crónicas
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MCDONALD’S, 1400 SW Eighth Street
¿Y cuánto cree usted que vende este McDonald’s al año?, me pregunta la manager al notar mi reacción ante la cantidad de cajas de panes y otros alimentos que un camión acaba de dejarle a un costado del local. Son millones. Recuerde que estamos en la Calle Ocho. Aquí se vende bien. De todos los McDonald’s en que he trabajado este es el mejor. Se lo puedo asegurar. Es franquicia. No es de la corporación. El dueño original era cubano y hace un tiempo lo heredó su hijo. Y a los turistas le encanta venir aquí. Imagínese, ¡es un McDonald’s con guayabera!

Al salir hoy en la bicicleta me lo encontré en una casa del barrio podando matas. Le dije que si podía hacer lo mismo con una cerca de clusias que necesita poda en mi casa. “Tome mi número y envíeme la dirección que yo paso por allá más tarde”.

Cuando llega a mi casa, me dice: ”Esto hay que podarlo con machete pa que quede bien”. Entonces procede a darme una lección de cómo usar el machete para evitar cortarse una pierna. “Se lo digo pa que usted sepa no más cómo se hace”.

Le echa un vistazo a la cerca de clusias, que está bien tupida y mide unos 80 pies de largo, y me dice: “Por esto le cobro 30 dólares. Y si quiere que me lleve la basura, con unos diez dólares más tiene”.

Lo miro y le digo: “Yo le voy a pagar 80”.

Me dice: “Gracias. Mi nombre es Dante. Pa servirle”.

En menos de quince minutos él y su mujer han terminado el trabajo. Me despido, les pago y les doy dos botellas de agua.

“Hace un calor infernal en Miami”, me dice al subirse a su camioneta.

EN UN MCDONALD’S

Posted: October 25, 2019 in Crónicas

Entro a un McDonald’s. Tengo deseos de comer un hash brown acompañado de un vaso de leche. Me siento como un traidor a la causa de la buena salud. Hoy no hay escuela y el lugar está lleno de niños con sus abuelos. Veo a un joven sentado en una esquina. Lleva ropas sucias. A su lado derecho, apoyada en la pared, una vara de pescar. Parece homeless. Un abuelo con su nieto se le acerca. Hablan algo y se acercan a la cajera. El abuelo le compra un desayuno al joven, se despide de él y sale del local con una sonrisa en su rostro. De la mano lleva a su nieto, que también sonríe.

ESCUCHADO EN EL DOWNTOWN

Posted: September 11, 2019 in Crónicas

– ¿Has visto cómo ha ido cambiando el downtown con todos estos edificios nuevos?

– Sí, pero lo malo es que todavía hay homeless.

– Pero, bueno, este es su hábitat. Nosotros hemos venido a desplazarlos, son como esos pájaros que aún se posan en los árboles de un Walmart recién construido en los suburbios.

“Cuando me muera, yo no quiero un estrella en la Calle Ocho. Mi arrogancia no llega a tanto. Yo lo que quiero es que me incineren, y con el polvo hagan un adoquín y me pongan en la acera para seguir observando la vida desde abajo y ver cómo ustedes siguen botando gordas”.

CAMPO DE GIRASOLES

Posted: July 14, 2018 in Crónicas


En camino a Monterosso, una villa de la riviera italiana, nos pareció ver un campo de girasoles a través de la ventanilla del tren. Digo nos pareció porque aún no estamos muy seguros de haberlo visto. Era una masa compacta de flores que más que amarillas parecían doradas y todo fue tan rápido (un tren veloz es algo muy serio y a veces poco poético) que no tuve tiempo de fotografiarlas. En el camino de regreso, intentamos ver el campo de nuevo pero no pudimos. Ahora nos hemos quedado con la duda, ¿lo habremos visto realmente o sólo lo imaginamos? De todas formas da lo mismo, las fotos hechas con la imaginación no se pueden postear en Facebook.

EL RECOGEDOR DE BASURA

Posted: July 4, 2018 in Crónicas

Lo veo todas las mañanas recogiendo basura de un enorme contenedor que han colocado en los bajos de mi edificio para los desechos de una obra de construcción. Es un señor de unos ochenta años, canoso, que apenas habla y se mueve con una agilidad de un adolescente. Maneja una camioneta blanca, muy maltratada por afuera pero cuyo motor parece aún estar en plena forma.

El señor separa con mucho cuidado los cartones de los pedazos de metal que los constructores arrojan en el contenedor. Organiza la carga con mucha precisión, metódicamente: los cartones primero, los metales encima. A veces encuentra cosas de más valor que la gente del edificio, la mayoría jóvenes que se mudan de trabajo y de ciudad con mucha frecuencia, arroja a la basura en su deseo de aligerar el camión de la mudada.

El señor nunca sonríe. Una sola vez lo vi sonreír. Un perro que alguien llevaba a hacer sus necesidades atrapó con sus dientes una rama de un arbusto y no la quería soltar. El señor se acercó al animal con una bolsa de galletas y le puso una cerca del hocico para que el perro soltara la rama. Ante tal tentación, el perro soltó la rama y el señor, una enorme carcajada.

Pero generalmente no se entretiene con distracciones de ningún tipo. Hace su trabajo como si fuera invisible (o tratando de serlo) y se va luego tranquilamente a vender su mercancía.

EL BOXEADOR

Posted: June 30, 2018 in Crónicas

A unos les da por hablar solo, a este le dió por boxear solo. Estamos sentados afuera de la barbería esperando nuestro turno mientras observamos a un hombre mayor, mulato, medio obeso, boxear contra un enemigo invisible junto a una parada de bus. Era boxeador en Cuba, me dice el hombre sentado a mi lado. Aquí se volvió predicador y llegó a tener su propia iglesia hasta que le dio por la cocaína en los ochenta y lo perdió todo. Estuvo preso un tiempo y ahora duerme en el patio de una iglesia. Lo dejan porque por las mañanas lo primero que hace es barrer y mantiene los alrededores de la iglesia bien limpios, pero cuando termina se pone a caminar por toda la calle ocho a fajarse con contrincantes invisibles y narrar sus propias peleas. Una vez alguien quiso contratarlo como entrenador de boxeo pero rechazó la oferta. Según dicen, le dijo que cada hombre debe aprender a pelear por sí mismo. Es una pena porque el tipo tiene técnica, pero imagínese, también está loco.