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JUAN CUETO-ROIG

Un día lluvioso

Una noche fuimos felices en aquel motel. Llovía. No hay nada como hacer el amor mientras llueve. Me habló de sus planes. Me abrazó duro. Me dijo: “Parece que me estoy enamorando.” Yo no supe qué decir. Sí supe, pero no dije nada. Miré el cielo gris a través de la ventana. La besé. Me senté en la cama. De pronto sonó el teléfono. Mi esposa, preocupada, quería saber si me faltaba mucho para llegar.

Preocupada no, precavida; la esposa temía que fuera a sorprenderla con su amante.

La luz

…El señor abrió la ventana buscando la luz del día, pero aún era de noche, de modo que decidió salir a la calle y observar su cuarto iluminado a través de la ventana.

Cuando el señor llegó a la acera, se tropezó con el vecino de enfrente que le dijo: “Óigame señor, estoy harto de sus extravagancias; por favor acabe de apagar la luz o cierre la ventana, son las tres de la mañana y no he podido pegar los ojos”.

El juicio

…Lo último que le vimos hacer antes de que le cayera el techo encima fue lanzar el saco por la ventana, cuando llegaron los bomberos, les pedimos permiso para abrirlo y fue cuando nos dimos cuenta de que estaba lleno de libros, señor juez.

Y como entre los libros salvados por el occiso no había ninguno de Ernesto G., ni de Maurice Sparks, ni de Juan Cueto-Roig, los volvimos a echar a las llamas.

 

Para Ernesto G. y sus magníficas brevedades

JUAN CUETO-ROIG

Nunca se había enfermado. Ni un simple catarro hizo mella en su robusta constitución.  El hombre alardeaba constantemente de su inquebrantable salud. Dios lo castigó con la peor de todas las enfermedades: una larguísima vejez.


Juan Cueto-Roig


Maurice Sparks ha terminado de escribir un relato sobre una joven testigo de Jehová. A su lado, en la cama, desnuda, la joven lee la revista Atalaya que le había entregado a Maurice unas horas antes.


La carne de René

Posted: June 24, 2012 in Juan Cueto-Roig

Por Juan Cueto-Roig

Debido al reciente auge en el consumo de carne humana, y para que la afición se efectúe en un clima civilizado y elegante, varios inversionistas de Miami van a abrir un restaurante especializado en ese exquisito manjar. El nuevo palacio gastronómico se llamará La carne de René, en honor a la novela homónima del gran escritor cubano Virgilio Piñera (1912-1979). La inauguración será el próximo 4 de agosto, centenario de su natalicio.


MENÚ

Sopa de mejillas con cilantro y jengibre

Lengua en salsa de tomate y orégano

Deditos empanizados

Filete de nalga en salsa bechamel

Frituras de seso ahumadas

Nariz asada en su propio jugo

Oreja empanizada (horneada o frita)


Bebidas:

Sangría

Bistí de hígado


Postre:

Lóbulos al anís


¿Cómo se recupera alguien después de saber que su hijo ha decidido meterse a poeta?


Pensando que ahora sí cuenta con todos los requisitos indispensables para inscribirse en el programa gubernamental de cupones de alimentos.


Juan Cueto

El cuento que motivó el contracuento de Cueto:

La señora María

Hoy la señora María se ha levantado muy enferma. Le duele el cuerpo y mirar a través de la ventana no le hace ilusión. Eso es algo raro en ella que ve siempre en todo una fuente de satisfacción. Pero hoy no. Hoy la señora María le ha empezado a temer a la vida. Su cuerpo está enfermo, su alma está hecha pedazos. Es el final del verano, la luz lo invade todo, las plantas no dejan de crecer alimentadas diariamente por los aguaceros vespertinos. Es una época del año que no se presta para la depresión, para la tristeza, para los dolores. La señora María lo sabe pero no puede hacer nada al respecto. Se queda tirada en la cama, con los ojos clavados en el techo, buscando una razón para vivir donde sólo ve blancura de cal.

La tarde anterior, la señora María recibió una noticia muy grave. Una noticia mala, muy mala, llegada de golpe, como todas las noticias de este tipo. Hasta ese momento la señora María era una mujer feliz, fuerte, decidida a enfrentar los embates de la vida. Y los había tenido, los había tenido y muy serios. Pero esta noticia lo cambiaba todo. Esta noticia era distinta. ¿Cómo se vivía después de eso, que razón se encontraba, que podría despertar ilusiones?

¿Cómo se recupera alguien después de saber que su hijo ha decidido meterse a poeta?


Maurice Sparks



Maurice Sparks compró El País y compró El Mundo. Ahora no sabe qué hacer con tanto periódico. Por suerte se había agotado El Universo.

Juan Cueto-Roig