La cerveza alemana es sutil, no te anuncia a gritos que es cerveza, lo sabes con cada sorbo, pero no piensas en ello conscientemente. Te sabes en presencia de algo que es lo que es y ya. Sin embargo, he notado que algunas cervezas artesanales te gritan con insistencia en busca de atención: viste qué sabor tan interesante, qué original, hazme caso, dime que te gusta, soy cerveza, dime que lo soy, dímelo, hazme caso, por favor.
Lo mismo se pudiera decir de ciertos autores. Unos son cervezas alemanas y otros son cervezas artesanales.